EL TESTAMENTO EN TIEMPOS DE PANDEMIA

Son muchas las enseñanzas que la pandemia nos está dejando y, sin duda, una de las más recurrentes es la fragilidad del ser humano y la fugacidad de la vida. Los despachos nos venimos enfrentando desde hace un año a dramas familiares importantes, en algunas ocasiones con fallecimientos casi simultáneos de varios miembros  de una misma familia (padres, hijos e incluso nietos), añadiéndose al dolor de la pérdida el que siempre supone tramitar  una herencia.

Durante este tiempo muchos abogados hemos sido más conscientes de la importancia de redactar un buen testamento, adecuado a cada circunstancia,  así como del profundo significado de este acto.

El testamento sirve, en primer lugar,  para simplificar a los herederos la tramitación de la sucesión pues, al estar designados expresamente  en el mismo,  se ahorran el acta de declaración de herederos que exige documentación y tiempo de espera. Pero además de lo anterior, que no siempre es un aliciente  para realizarlo (se  puede pensar que serán los que sobrevivan los que tendrán que lidiar con ese asunto), el testamento es el documento que contiene la voluntad del testador, que por ello se va a convertir en el “guión” a seguir, lo que se llama “la ley de la sucesión” que los herederos, en principio,  van a tener que respetar. Y digo “en principio” porque para ello el testamento tiene que respetar la legalidad y  los derechos legitimarios.

De manera que  un testamento requiere, por un lado, un acto de reflexión por parte de quien quiere redactarlo. Y los tiempos que vivimos son apropiados para esa reflexión. Son muchas las personas que se han enfrentado solas a los momentos de confinamiento, incluso a la enfermedad o al ingreso en hospitales. Y no precisamente por el protocolo COVID sino, simple y llanamente, por la dejadez o el olvido de sus familiares. Esto ha supuesto para muchos un punto de inflexión que les ha llevado a reconsiderar si sus herederos legales realmente merecen serlo. Pero sin necesidad de llegar a estas situaciones, es evidente que en muchas familias existen hijos más próximos a los padres que otros, rencillas entre hermanos,  entre padres e hijos, etc… Situaciones que con toda probabilidad darán lugar a conflictos cuando se trate de arreglar una herencia y que el testador puede tratar de prever y, en gran medida,  remediar.

Por otro lado, el testamento requiere un asesoramiento legal conveniente, tanto para que recoja los verdaderos deseos del causante, resultando un testamento hecho a la medida de cada uno,  como para que esos deseos puedan realmente ser ejecutados y no vulneren ninguna disposición legal que les prive de eficacia.  En definitiva,  el testador puede y debe sincerarse con su abogado, contarle cómo es su situación familiar, qué le inquieta de sus herederos o del posible reparto de su patrimonio, para que el abogado le pueda informar de las posibles soluciones que eviten esos problemas futuros. Son frecuentes los casos de herederos que obstaculizan una partición hereditaria extrajudicial como medida de presión para obtener mayores beneficios o simplemente por venganza hacia los demás coherederos.  Supuestos de hijos discapacitados a los que los padres tratan de proteger para cuando ellos fallezcan.  O patrimonios que, en caso de división entre los herederos, disminuirán su valor o acabarán con negocios familiares tradicionales. Es frecuente el supuesto del cónyuge sobreviviente que se ve obligado a repartir con los hijos el poco o mucho patrimonio ganancial ganado con esfuerzo durante toda una vida. O  parejas de hecho que después de años de convivencia se ven totalmente desprotegidas al fallecer uno de sus miembros sin testamento.

Para estos y otros muchos ejemplos, existen soluciones legales que pueden recogerse en un testamento  tales como prever el pago de la legítima de un heredero en dinero, el establecimiento de fideicomisos de residuo,  el nombramiento de un contador partidor que pueda llevar a cabo la partición hereditaria sin necesidad del consentimiento de todos y cada uno de los herederos que hayan aceptado la herencia, etc…

En definitiva: asumamos la conveniencia,  en todos los momentos y hoy más que nunca, de  realizar un testamento  personalizado y con el debido asesoramiento legal para que pueda ser cumplido, evite problemas futuros y ordene nuestra sucesión según nuestros deseos,   acabando con el tabú y el miedo a tratar estas cuestiones en vida.

Silvia Sánchez Gracia.

15 abril 2021.